El black cab londinense es un ineludible símbolo de Londres. Dotado de un máximo de 5 asientos, para los pasajeros, es el medio más indicado si se lleva equipaje o si simplemente se quiere viajar sin la confusión del autobús y del metro. Cada día miles de londinenses y de turistas usan estos vehículos.
La tradición del taxi en Londres tiene su origen en el término del tiempo de la carroza. La normativa "Conditons of fitness" sobre la seguridad de los pasajeros escrita en 1679, está aun en vigor. El primer taxi motorizado de Londres lanzado en 1897 llamado "Bersey!", estaba alimentado por energía eléctrica y era llamado "Hummingbird" (colibrí) por su ruido, pero la autonomía del vehículo era demasiado limitada para durar a largo plazo. En 1903 son introducidos los primeros taxis a gasolina, de los cuales el primer ejemplo es la "Prunel", de producción francesa.
La versión moderna de los Black Cabs es llamada "TX1·", que sigue la línea del viejo "FX4" pero con un interior mucho más moderno. Un taxi hoy puede costar desde 25.000 libras esterlinas en adelante, y la licencia de conducción en Londres para los taxistas se retira después de 10 o 12 años. Los taxis que son retirados de circulación son un verdadero tesoro de colección para los apasionados.
A pesar del nombre, los black cabs pueden ser también verdes, rosas, amarillos o azules. La característica que los distingue es su forma y la palabra TAXI escrita en amarillo. Este medio de trasporte es considerado muy caro, entre el Aeropuerto de Heathrow y el centro de Londres puede costar en torno a las 90 libras, contra las 26 del viaje en tren y las pocas libras del metro, pero son perfectos para viajeros que quieren moverse rápidamente por la ciudad.